Indroducción en sociedad

Hasta ahora, Alejandro había sido un niño o un bebé como pueden ser otros muchos (aunque para nosotros siempre ha sido especial). Me refiero a que siempre ha sido nuestro y nosotros éramos su principal referencia. Pues bien, este fin de semana han ocurrido 2/3 cosas que han hecho que Alejandro entre a interaccionar con la sociedad tal y como nosotros la conocemos.

El viernes por la tarde fué a hacer una prueba en el colegio Balder, en la que tuvo que jugar con niños que nunca antes había conocido. Incluso tuvo que pedir cosas y lidiar con la decepción de no recibirlas.

Luego nos fuimos a cortarnos el pelo los dos. Hasta ahora siempre lo había hecho conmigo, pero esta vez se fué él solo con la peluquera y estuvo más de 10 minutos de conversación mientras le cortaban el pelo, y yo sentado en otra silla lejos sin poder hacer de traductor o mediador.

Por último nos fuimos a cenar el sabado y allí, entabló conversación con la camarera de la barra, donde pidió agua y se la sirvieron. Cuando nos dimos cuenta estaba sentado en un taburete contando sus temas más importantes: sus tijeras, su cole,...

En fin, que con dos años y ocho meses, el niño ha sido capaz hacerse su sitio en la sociedad como uno más. Esto no es una práctica de guardería, es la vida real, y creo que va a estar muy bien preparado para afrontarla con toda nuestra ayuda desde la distancia.